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Diseñando un sonido 360º

En la actualidad, cualquiera puede producir un podcast pero no todo el mundo tiene al alcance de su mano llevar a cabo un buen producto. Primero, porque probablemente no haya conceptualizado bien lo que significa adaptar un contenido a este formato. Y segundo, porque no cuentan con los medios técnicos necesarios para dotar de profesionalidad al mismo.

Algunos sostienen que 2018 pasará a la historia radiofónica como el año del boom de los podcasts. Puede ser. No perderemos mucho tiempo en debatirlo o discutirlo. Gastaremos más energías en defender la necesidad de ir más allá del simple podcast. Este formato inunda ya cualquier plataforma esté bien relacionada con la radio bien con otro ámbito (banca, sector del automóvil….) y si algo le debe distinguir al podcast es por avanzar un paso más del ‘estado’ en el que estábamos en 2017.

Partamos de que el sonido es algo tan sencillo como la percepción de nuestro cerebro de las vibraciones mecánicas que produce un cuerpo y que llega a nuestro oído a través de un medio. Algo tan sencillo y tan complejo a la vez. Y en este punto los productores de podcasts debemos ir más allá. Debemos desarrollar de manera compleja la sensación inmersiva del usuario. O lo que es lo mismo, la capacidad el oyente de verse envuelto en cada una de las escenas. En este sentido, en ‘Sin mi identidad’ no nos valía con diseñar un sonido binaural. En la posproducción queríamos un sonido 360º que reprodujera diferentes elementos por el auricular izquierdo que por el derecho. Que el usuario percibiera el sonido lo más parecido a la experiencia real de escucha. Es el caso de algunas de las escenas del episodio 1 en la comisaría central de la Policía o del episodio 4 con la operación para detener a los yihadistas y el intercambio de disparos.

 

¡Escúchalo ya y danos tu opinión en sinmiidentidad@cope.es!

 

 

Para enriquecer tu experiencia sonora, ponte los cascos